CONCEPTO DE AMBIENTE DE APRENDIZAJE

09.09.2013 19:33

Ortega y Gasset plantea que la creación técnica en el hombre es una respuesta transformadora de las circunstancias impuestas por la naturaleza, es decir, que todo su repertorio de actos técnicos no está orientado a adaptarse a las circunstancias externas del entorno natural sino a modificarlas, a crear una nueva naturaleza puesta sobre aquélla, una sobrenaturaleza (1989, pág. 34). En este sentido, plantea Ortega una diferencia entre los actos naturales y los actos técnicos: los primeros constituyen repertorios fijos para estar en la naturaleza, mientras que los segundos hacen parte de

repertorios móviles para transformar la naturaleza. 

Los actos naturales están sujetos a la condición biológica y responden a las circunstancias externas que impone el entorno, además, exigen de él su adaptación, es decir, el hombre satisface sus necesidades básicas como alimentarse, calentarse y desplazarse, con medios que están ahí, proporcionados por la naturaleza. Por el contrario, los actos técnicos movilizan “un nuevo tipo de hacer que consiste en producir lo que no estaba ahí en la naturaleza, sea que en absoluto no esté, sea que no esté cuando hace falta” (Ortega y Gasset, pág. 33). En consecuencia, el hombre produce el fuego para calentarse, construye la casa para resguardarse de las inclemencias del tiempo, siembra la tierra y construye herramientas de caza para alimentarse, inventa sistemas para desplazarse, etc.

En este orden de ideas, el hombre no está sujeto inexorablemente a las condiciones externas de la naturaleza para poder vivir, en tanto no se resigna simplemente a eso: vivir elemental y básicamente con lo que le ofrece ésta. Lo cual ocurre con el animal, que vive en el sentido biológico, sujeto a la satisfacción de sus necesidades elementales con los medios que le proporciona la naturaleza. 

El hombre, por el contrario, no es sólo necesidades orgánicas, su ámbito de vida trasciende lo que estrictamente le ofrece la naturaleza. Ese ámbito es el de la cultura, creación eminentemente humana, donde el hombre construye lo que en la naturaleza no encuentra: su propia vida. En el sentido cultural, el hombre vive sujeto a la satisfacción de necesidades humanas, es decir, actividades que no responden estrictamente a las necesidades orgánicas.

Pero, ¿cómo es posible que esto suceda? ¿Cómo trasciende el hombre la ineludibilidad de las circunstancias impuestas por la naturaleza? ¿Por qué puede distanciarse de la naturaleza y crear una sobrenaturaleza? La respuesta está en la conciencia y en la mediación, como procesos inmanentes a la experiencia humana. Más adelante, desplegaremos con mayor profundidad estos dos conceptos. Baste decir, por ahora, que ellos nos permiten establecer un primer nivel de distinción entre los componentes de la diada naturaleza-cultura.

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